martes, 13 de febrero de 2007

contaminación de enérgia elétrica


Dióxido de carbono (CO2)

No es propiamente un contaminante (se encuentra en las botellas de refrescos carbónicos, por ejemplo) pero es un contribuyente muy importante al efecto invernadero. La cantidad de CO2 emitido por una central está en relación con el tipo de combustible usado (a igualdad de poder calorífico, el gas natural reduce a la mitad la emisión de SO2 en comparación con el uso de carbón o fuel).

También es importante el rendimiento de la central, pues reduce las emisiones de este gas por cada unidad de electricidad producida. Por esta razón, las centrales de gas de ciclo combinado pueden ser interesantes para reducir la emisión de este gas.

El efecto invernadero se crea al aumentar la concentración de CO2 y de otros gases en la atmósfera. La elevada concentración de estos gases funciona como el techo de cristal de un invernadero, que deja entrar los rayos del sol pero impide que se disipe el calor hacia la atmósfera.

El resultado de un efecto invernadero acrecentado sería una planeta cada vez más cálido, con consecuencias climáticas difíciles de predecir pero casi con toda seguridad indeseables. A partir del protocolo de Kioto, numerosos gobiernos han aceptado tomar medidas para reducir las emisiones de estos gases.

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